lunes, 16 de abril de 2012

"El gabinete del doctor Caligari"

"El gabinete del doctor Caligari" (1920) dirigida por Robert Wiene

A mucha gente el título no les dirá nada, otros sabrán algo del film y unos pocos automáticamente recordarán alguno de los planos más significativos de esta obra pionera del expresionismo alemán. Tal y como me decía un amigo: "¿cómo eres capaz de tragarte Caligari macho?", la verdad que sí, es una película algo dura ya que actualmente puede parecer aburrida o absurda, sin embargo remontándonos a la época en la que se estrenó, fue un bombazo, además de que no está mal, es muy interesante de ver.

No quiero enrollarme hablando del expresionismo alemán ya que solo basta buscar en Google para tener toda la información que queramos pero hay que comentar ciertas cosas: la película muestra la situación que vivía Alemania en los años veinte, una Alemania destruida, en declive económico debido a los problemas de la república de Weimar. En este momento surge  el expresionismo en todas las artes de mano de creadores como Murnau, Lang y el propio Wiene en el séptimo arte. La película refleja a la perfección el antinaturalismo propio del expresionismo, no se busca la relación con la realidad, se le da mucha importancia a los elementos oníricos e interiores de los personajes ademas de contar con una arquitectura físicamente imposíble que lucha por no caerse.

"El gabiente del doctor Caligari" parte de películas anteriores como "El estudiante de Praga"(1913) y "Golem"(1914) y llega a crear su propio estilo, el "caligarismo", con gran influencia en las producciones alemanas de la UFA de años posteriores. Este estilo se define por los siguientes rasgos claramente identificables en la película: el rodaje se realiza en interiores empleando luz artificial en todo momento (incuso para simular la luz diurna), ganan mucha importancia los decorados y los fondos pintados. La película es muy teatral y se sustenta en la gesticulación de los personajes, en algunos casos exagerada. Lo más característicos es el empleo de contrastes de luces y sombras, muy propio del expresionismo que crean ambientes sombríos y tenebrosos.

Como todas las películas la obra de Wiene tiene algunas anécdotas: el celuloide fue presentado en blanco y negro pero con el tiempo el director decidió colorear los fotogramas añadiendo hasta seis diferentes para crear sensación de tensión y terror. Una gran curiosidad es que el diseño de decorados se encargó a los hombres equivocados: el diseñador de escenografía mandó por escrito al equipo que creasen unos decorados basados en las obras de Alfred Kubin, sin embargo, su mala letra hizo creer al equipo que se querían decorados cubistas.

Para resumir, nos encontramos ante una de las obras más significativas de la historia del cine que ha tenido grandes influencias en directores como Tim Burton y en géneros cinematográficos como el cine negro. Una obra recomendada a aquellos que quieren conocer, y sobre todo aprender del cine clásico y sus pioneros.

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