"Drácula de Bram Stoker" (1992) dirigida por Francis Ford Coppola
Nos encontramos ante la película que se dice que mejor refleja la novela de Bram Stoker. El director se encontraba en una precaria situación económica debido a los escasos ingresos que consiguieron “El padrino III” y “Apocalipsis Now” que con el paso del tiempo se convertiría en una de sus obras más conocida. Coppola se aferró al proyecto, que era difícil, y al final obtuvo un gran resultado. En general el film está bien, es curiosa, aunque quizá convendría conocer la novela antes de verla; cuenta con imágenes y escenas impactantes y muy conocidas en la historia del cine.
Coppola le dio mucha importancia a la novela. Los actores se reunieron para leerla juntos. Una vez terminada el director preguntó a cada uno lo que añadiría al film y el guión sufrió grandes transformaciones. Además algunas notas de este fueron retocadas por la propia productora : en una de la escena en la que Keanu Reeves se encuentra con las tres novias de Drácula, el director quería que fuesen completamente desnudas, sin embargo sólo pudieron tener el pecho descubierto.

Es curioso que Anthony Hopkins y Gary Oldman interpretaron varios papeles: El primero actúa como el doctor Van Helsing, sin embargo también aparece en una de las primeras secuencias del film como sacerdote. Por otro lado Gary Oldman hace el papel de Drácula en sus dos facetas: joven y anciano; también hace del cochero que lleva a Keanu Reeves al castillo del Conde. Además Gary estuvo estudiando Rumano para imitar el acento.
Como curiosidades: en el film se define las tierras de Drácula como “una tierra más allá del bosque”, que es el significado de Transilvania. Además se dice que Gary Oldman estaba borracho en la escena en que chupa la sangre de la cuchilla de Keanu Reevs. Además Roman, el hijo de Coppola es el director de efectos especiales que van en contra de las nuevas tecnologías y los realizan en plató, a través de transparencias y maquillaje.
La película no la incluiría entre mis favoritas pero es interesante de ver. Me gustó principalmente las transiciones que emplea el director para combinar las escenas (funde el sol con el ojo de un lobo) además de los llamativos efectos visuales que distinguen la película, además de las curiosas sombras que crea el conde en su castillo, que va un segundo retardada.
En resumidas cuentas, no está mal, una película que todo cineasta debe ver
No hay comentarios:
Publicar un comentario