Otra gran película del director que cada día me gusta más. La base del film reside en el guión, muy elaborado que en cierta medida me recordó a Match point, del propio director. Sin embargo tiene vida propia, se basa en historias que se desarrollan de forma paralela para llegar a un desenlace en el que se entrelazan. De nuevo nos encontramos ante una obra coral centrada en las relaciones sentimentales. Woody se guarda un pequeño papel, además cuenta con su segunda actriz fetiche, Mia Farrow, con la que tenía una relación amorosa en ese momento.
La trama de la película es curiosa, se vuelve a ver el genio de Allen para crear historias tan singulares. Tal y como dice en una entrevista: "Tengo miedo a morir sin haber contado todas las historias que tengo en la cabeza". Además el film trata temas relacionados con la moralidad, el arrepentimiento, el sentimiento de culpa...Es curioso que muchas de las preocupaciones y dudas de los personajes son propias del director, son temas que le inquietan y los expone a modo de reflexión para que el público se pregunte por ellos.
Encontramos también las características típicas del director:
-La película abre con los típicos títulos de crédito de Allen, letras blancas sobre fondo blanco acompañado de una curiosa música. Esta juega un papel importantísimo en el film.
-Muchos plano secuencias que permite la improvisación de los actores. El director siempre ha dicho que prefiere este tipo de planos porque así los actores pueden moverse por donde les plazca (dentro de las limitaciones de cámara), porque quiere que se lo pasen bien interpretando la escena incluso cambiado palabras del diálogo original.
Como curiosidad señalar que el cierre del film es magnífico: los personajes se encuentran en una fiesta, se ponen de manifiesto las relaciones entre ellos y los problemas de cada uno. Además destacar el monólogo final a modo de reflexión del propio Allen.
En definitiva, otra gran obra de este maestro del cine. Hay que verla.
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